viernes, 21 de marzo de 2014

Expectativa



Collage 355. Karel Teige, 1948

En 1948 el busto gigante de una mujer sin cabeza emergió de la tierra en medio de unos campos cultivados en la zona de Normandía. Entre los dos senos femeninos, y hundido de forma vertical en el esternón, se hallaba clavado un árbol del que manaba una especie de savia rosada. Medio siglo después, a causa del cambio climático y la ciclogénesis, el terreno circundante quedó erosionado y de ese modo salieron a la luz, la cabeza, las manos y el vientre de aquel cuerpo de mujer. El árbol clavado en los senos, que había permanecido estéril, reverdeció y echo raíces en la carne. Desde entonces a veces se aprecian movimientos mínimos en los dedos y labios de la mujer enterrada. Los expertos no descartan que acabe por levantarse algún día y eche a andar hacia el sur. 

©MJCodes
 

Te doy mi corazón. Ángela Lergo

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